La información proporcionada por una exempleada con el que mantenía una disputa legal fue utilizada por el tribunal para declarar que la mujer había fallecido. Así, este veredicto puso fin al proceso judicial y, además, arruinó la vida de Pouchain, pues su nombre fue borrado de los registros oficiales, perdió su tarjeta de identificación, su licencia de conducir, el seguro médico, la cuenta bancaria... Era como si ya no existiera.
"Fui a ver a un abogado que me dijo que se resolvería rápidamente, ya que había estado con mi médico, quien certificó que todavía estaba viva", comentó Jeanne a la AFP. "Pero, debido a que hubo un fallo legal, esto no fue suficiente".
Cuando el tribunal la declaró muerta en el año 2017, la mujer perdió todos sus derechos como ciudadana. Incluso, hoy tiene miedo de salir a menos que no tenga otra opción. Todo porque un tribunal firmó un papel en el que ella figuraba como fallecida sin ni siquiera comprobar si la información era cierta o no.
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